Este fin de semana, un avión de la aerolínea asiática Kuwait Airways que se disponía a aterrizar en el Aeropuerto Internacional Rafik Hariri de Beirut (Líbano) era golpeado por una «masa de nieve» después de atravesar nubes de tormenta, conocida como cumulonimbus, a unos 8.000 pies de altura. A pesar del ello, pudo aterrizar sin complicaciones.
No obstante, el impacto destrozó por completo el morro del avión, tal y como ha dado a conocer la aerolínea a través de su cuenta de Twitter. «Kuwait Airways desea aclarar que su avión Airbus (A320) operado para su vuelo (KU501) que partió a Beirut el domingo por la mañana fue golpeado por un impacto repentino de una masa de nieve que pasaba».
Kuwaiti airways, Airbus A320 made an emergency landing at Beirut-Rafic Hariri Intel Airport in Lebanon after they hit clouds of heavy snow 🌨 pic.twitter.com/PLdTlOx5U8
— Aviationdaily✈️الطيران يوميآ (@Aviationdailyy) 21 de abril de 2019
Las nubes cumulonimbus
Por suerte, según explica la compañía, el impacto no provocó ningún herido: «Todos los pasajeros han sido llevados al hotel».
El que no corrió la misma suerte fue el avión, que está siendo reparado por el equipo técnico de la compañía para que pueda volver a volar próximamente.
Un ejemplo de por qué los aviones no deberían pasar por las nubes de tormenta. Pero, ¿qué son las nubes cumulonimbus?
Los cumulonimbus son un tipo particular de nubes de gran desarrollo vertical en las que se generan unos movimientos convectivos que provocan turbulencias. Unas nubes, que tienen la base alrededor de 1.000 metros de altura, y pueden poner en problemas a todos aquellos aviones que intenten adentrarse en ellas.
Las consecuencias de las nubes cumulonimbus
Las nubes de tormenta provocan turbulencias tanto para los aviones que se han adentrado en la misma como aquellos que vuelan cerca de la nube o sobre el manto de cirrus. Pero no solo eso, las nubes cumulonimbus pueden crear granizo en su interior e impactar contra la aeronave, provocando graves daños en la misma.
Por otro lado, esta nube puede formar hielo en el avión, e incluso descargas eléctricas, puediendo afectar a las comunicaciones de las aeronaves.
Debido a todas estas consecuencias, los pilotos suelen volar a suficiente distancia de este tipo de nubes para que el pasajero no perciba ninguna de estas consecuencias.
Fuente: Cadena Ser