Se las considera débiles, inconstantes, propensas a la histeria, incapaces de aguantar los rigores de una profesión tan dura como lo era entonces la de piloto…Un avión no es sitio para mujeres, decían. pero ellas aceptaron el reto, se jugaron la vida como sus compañeros varones, cruzaron continentes, atravesaron océanos, batieron récords y se ganaron el respeto de sus colegas y el amor del público.
Se las considera débiles, inconstantes, propensas a la histeria, incapaces de aguantar los rigores de una profesión tan dura como lo era entonces la de piloto…Un avión no es sitio para mujeres, decían. pero ellas aceptaron el reto, se jugaron la vida como sus compañeros varones, cruzaron continentes, atravesaron océanos, batieron récords y se ganaron el respeto de sus colegas y el amor del público.
En una época en la que, en la mayoría de países, las mujeres ni siquiera tenían el derecho al voto, ellas demostraron que los prejuicios y los tópicos de la sociedad que las vio nacer carecían de sentido.
Fueron atrevidas, valientes, ambiciosas, temerarias…Ellas fueron Aviadoras.
- Autor
- Darío Pozo Hernández
- Idioma
- Español