Ya por todos es conocida la historia del 737 MAX: un avión que comenzó realmente mal, no por culpa del avión, sino de las prisas. Mientras que Airbus prometía o advertía comerse el mercado (y el que advierte no es traidor) con el A320NEO, la primera motorización del A320 en 30 años que está siendo un éxito de ventas, a Boeing se le echaba el tiempo encima para competir con el fabricante europeo.
Una serie de malas decisiones en el pasado que condenaron a la desaparición al 757 y dejaron aparcado un avión completamente nuevo
para sustituir al 737, provocaron a su vez otras malas decisiones a la hora de diseñar y fabricar el 737 MAX.
El tiempo, costes y la necesidad de poner el mercado un avión parcialmente nuevo, hicieron que los directivos presionaran a los trabajadores para sacar un avión con defectos y para el cual las tripulaciones no estaban preparadas, lo que desembocó en los accidentes del vuelo 610 de Lion Air el 29 de octubre del año 2018 y del vuelo 302 de Ethiopian Airlines el 10 de marzo del 2019, los accidentes que colmaron el vaso y dejaron el modelo en tierra más de dos años, pero eso es otra historia.
Acuerdo con la administración Trump
En 2021 y cuando Trump estaba a punto de dejar de ser presidente, Boeing llegó a un acuerdo con las más altas cúpulas de gobierno de los
EEUU mediante el cual se acordó el pago de una multa (bastante baja, todo hay que decirlo) y el compromiso por parte de la administración de no presentar ninguna imputación penal contra la compañía ni contra sus directivos si en el plazo de 3 años ningún avión 737 MAX sufría ningún problema.
Con el paso de los meses, el 737 MAX volvió a los aires ya revisado y corregido el problema que provocó más de 300 fallecidos. Pero no todo el avión fue revisado y los problemas en las cadenas de montaje parece que eran más graves de lo esperado en un principio, puesto que problemas de fabricación afectan también al 777 y 787.
Por solo dos días
El acuerdo antes explicado de forma resumida caducaba el 7 de enero de este año 2024, día en el que se cumplirían 3 años de la firma del acuerdo entre Boeing y la saliente administración Trump. Pero, los planes no siempre salen como queremos y el 5 de enero, solo dos días antes de cumplirse los tres años acordados, el vuelo 1282 de Alaska Airlines sufría un incidente muy grave en pleno vuelo, un incidente durante el cual un 737 MAX 9 perdió un tapón del fuselaje en pleno vuelo, cuando había sobrepasado los 10.000 pies.
Por suerte, no se produjeron heridos de gravedad, pero Boeing empezó a tener problemas desde ese mismo momento, incluida la puesta en tierra de todos los 737 MAX que contaban con esa puerta.
Con las aguas algo más calmadas, la investigación oficial ha continuado y no han sido pocas voces las que han pedido imputaciones serias para la cúpula directiva de Boeing y para la propia empresa. Entre ellos estaban como no podía ser de otra manera, los familiares de los fallecidos en los accidentes del 2018 y 2019.
Tras el Departamento de Transportes y el Departamento de Justicia, se han unido los Fiscales norteamericanos en pedir la imputación penal de Boeing por los accidentes antes citados, dado que todavía está en investigación el caso de Alaska Airlines, aunque parece casi claro que se trata de una negligencia en la fabricación de esa unidad del MAX 9 en concreto.
Ahora solo resta esperar al paso de los meses y ver cómo avanza la investigación, pero el futuro para Boeing no pinta nada bien, eso desde luego.
Maqueta Boeing B737 MAX 7 1/200
La maqueta Boeing B737 MAX 7 está fabricada con plástico de alta calidad y con gran calidad de detalles.
Maqueta Boeing B737 MAX 9 1/200
La maqueta Boeing B737 MAX 9 está fabricada con plástico de alta calidad y con gran calidad de detalles.
Maqueta Boeing B737 MAX 10 1/200
La maqueta Boeing B737 MAX 10 está fabricada con plástico de alta calidad y con gran calidad de detalles.